Entre las enfermedades oftalmológicas menos conocidas se encuentra el glaucoma. Se desconocen todavía sus causas concretas, pero es bien sabido que la segunda causa de ceguera es el glaucoma, por detrás de las cataratas. Los especialistas señalan que en un 95% de los casos de pérdida total de visión podrían haberse evitado con un diagnóstico precoz.
De ahí que sea tan importante detectar el glaucoma a tiempo y proceder con el tratamiento indicado. Es recomendable hacerle Pruebas Oftalmológicas para poder combatir el glaucoma.
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad degenerativa y daña el nervio óptico del ojo. El ojo contiene en su interior un líquido parecido el agua que se renueva constantemente, pero si falla el sistema de drenaje, la presión intraocular aumenta y puede dañar el nervio óptico.
Existen distintos tipos de glaucoma según su afectación en el nervio óptico. Principalmente son:
- Glaucoma de ángulo abierto.
- Glaucoma de tensión normal.
- Glaucoma de ángulo cerrado/estrecho.
- Glaucoma congénito.
- Glaucoma secundario.
¿Cuáles son las causas del glaucoma?
Como te comentábamos antes, todavía se desconocen las causas que producen el glaucoma, aunque podría tener un carácter genético. De ahí que, si tienes antecedentes familiares, es aconsejable visitar al oftalmólogo con regularidad con el fin de asegurar una detección precoz del glaucoma que evite problemas futuros.
En cualquier caso, existen algunos grupos de riesgo como los mayores de 60 años, familiares directos de personas con glaucoma, las personas de raza negra y asiática, los miopes con alta graduación, los enfermos de diabetes o los hipertensos.
Los síntomas del glaucoma, ¿cuáles son?
En un principio, la presión ocular constante no puede presentar síntomas significativos. Sin embargo, las manifestaciones posteriores de esta enfermedad y, por lo tanto, los síntomas del glaucoma incluyen desde una disminución del campo visual y dolores de cabeza hasta trastornos visuales, como por ejemplo tener problemas para adaptar la vista a la oscuridad.
Finalmente, la persona puede acabar presentando visión en túnel (un estrechamiento extremo del campo visual que dificulta ver objetos a ambos lados cuando se mira al frente).
¿Cómo se detecta el glaucoma?
La existencia de glaucoma se detecta a través de la medición de la presión intraocular (la tomografía OCT), un estudio indoloro que se realiza en pocos minutos. Las personas con glaucoma presentan una elevación anormal en la presión intraocular. Sin embargo, no todas las personas con tensión intraocular elevada tienen glaucoma, se trata sólo de un factor de riesgo de la patología. Para estos casos también puede ser útil la paquimetría corneal o una gonioscopia.
¿Cuál es el tratamiento del glaucoma?
El tratamiento del glaucoma dependerá del grado de gravedad que presente. Ya decíamos antes que es muy importante la detección precoz de la patología. Por un lado existen los medicamentos que actúan para bajar la presión ocular; y por otro, las cirugías del glaucoma, que pueden ser tradicionales o con láser.
La cirugía del glaucoma, también llamada Trabeculectomía, soluciona el glaucoma de ángulo abierto cuando el paciente no responde a los fármacos. La intervención consiste en realizar una perforación en la porción más externa del ojo o esclerótica, hasta llegar a un espacio del interior del órgano de la visión que se llama cámara anterior. Por este nuevo conducto creado por la cirugía se consigue que drene hacia el exterior un líquido llamado humor acuoso. El exceso de presión del humor acuoso es la causa del glaucoma.
Para controlar la evolución de la enfermedad se recomienda el Test Genético del Glaucoma, que asegura un control periódico del paciente para prevenir el riesgo de ceguera.
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